Robbie Williams fue el encargado de abrir el recital que convocó a medio millón de personas, mientras que Madness actuó sobre el tejado del Palacio de Buckingham. Vea la presentación completa de Paul McCartney
Rock, soul, ópera, y, sobre todo, mucho pop, completaron
uno de los eventos más convocantes de las celebraciones del Jubileo de
Diamante, las cuales quedaron un tanto empañadas con el ingreso ayer en
un hospital del príncipe Felipe, marido de la soberana, debido a una
infección de vejiga.
Isabel II llegó sola a la tribuna de personalidades, que compartía con varios miembros de su familia, con capa y entre la ovación de los asistentes, una hora y media después de que comenzara el espectáculo en el que participaron músicos de la talla de Paul McCartney, Elton John y Kylie Minogue.
Robbie Williams abrió el concierto de más de tres horas, durante las cuales el público no dejó de ondear banderas británicas, y que supuso un repaso por las seis últimas décadas de música popular anglosajona.
Además de los 10.000 afortunados que consiguieron entradas gratuitas a través de un sorteo, alrededor de medio millón de personas siguieron el concierto por pantallas gigantes en las abarrotadas inmediaciones del Palacio.
El buen tiempo, tras dos días de lluvia, y la música, ayudaron a dar brillo a un autentico festival patriótico que volvió a teñir Londres de rojo y azul, los colores de la "Union Jack" que estaban presentes en sombreros, camisetas, gafas caras e incluso las uñas de algunos asistentes.
Por su parte, el líder de Black Eyed Peas, will.i.am actuó acompañado de la cantante Jessy J a los que siguieron la boyband JLS, y el cantautor Ed Sheeran, que fueron los que protagonizaron la parte más "actual" de un concierto de perfil clásico y con poca unidad musical.
En tanto, Sir Cliff Richard, de 71 años y vestido de rosado y corbata de lentejuelas doradas, hizo una de las aportaciones más nostálgicas de la noche con canciones suyas de principios de los 60 como "Congratulations".
Elton John, sentado al piano y vestido de lujo extravagante para la ocasión, interpretó algunos de sus grandes éxitos como "I'm Still Standing" y felicitó efusivamente a Isabel II. El estrambótico músico es un reconocido admirador de la monarca, y hasta ha declarado sentirse muchas veces como "la reina madre", en alusión a su grandiosidad.
El cantante norteamericano Stevie Wonder, uno de los pocos que no era británico, dedicó a la monarca "Isn´t she lovely?, un momento especialmente aplaudido, incluido por la Reina, que fue homenajeada por muchos de los artistas que pasaron por el escenario entre el entusiasmo del público.
Durante el concierto también hubo concesiones a la música clásica, quizás en honor a la soberana de 86 años, aunque en esos momentos no estaba presente, como cuando actuó el pianista chino Lang Lang.
Despedida Beatlesca
La actuación de Paul McCartney, que le dedicó el tema de los Beatles All my Loving a Isabel II, puso el broche final al homenaje musical para la única reina que han conocido la mayoría de los británicos.
Tras finalizar las actuaciones, la soberana subió al escenario, en medio de una enorme ovación, acompañada de su hijo el príncipe Carlos, que la llamó "mami" y que quiso recordar a su padre, el duque de Edimburgo, algo que desató de nuevo los aplausos de los asistentes.
Como no podía ser de otra manera, todos los artistas que participaron en el espectáculo volvieron a salir al escenario para cantar junto a la soberana el Dios salve a la Reina (el himno patriótico, no la canción homónima de los Sex Pistols), lo que dio paso a unos espectaculares fuegos artificiales.
Después de todo ello, Isabel II prendió una llama de seis metros, la última de una cadena de fuego que se ha encendido en honor a su Jubileo de Diamante alrededor del mundo.
Isabel II llegó sola a la tribuna de personalidades, que compartía con varios miembros de su familia, con capa y entre la ovación de los asistentes, una hora y media después de que comenzara el espectáculo en el que participaron músicos de la talla de Paul McCartney, Elton John y Kylie Minogue.
Robbie Williams abrió el concierto de más de tres horas, durante las cuales el público no dejó de ondear banderas británicas, y que supuso un repaso por las seis últimas décadas de música popular anglosajona.
Además de los 10.000 afortunados que consiguieron entradas gratuitas a través de un sorteo, alrededor de medio millón de personas siguieron el concierto por pantallas gigantes en las abarrotadas inmediaciones del Palacio.
El buen tiempo, tras dos días de lluvia, y la música, ayudaron a dar brillo a un autentico festival patriótico que volvió a teñir Londres de rojo y azul, los colores de la "Union Jack" que estaban presentes en sombreros, camisetas, gafas caras e incluso las uñas de algunos asistentes.
Madness toma el Palacio de Buckingham
Uno de los grandes momentos de la noche fue cuando la banda de ska Madness tocó su clásico "Our House" en lo alto del tejado del Palacio de Buckingham, residencia de la reina, mientras se hacían proyecciones (mapping) en su fachada.Por su parte, el líder de Black Eyed Peas, will.i.am actuó acompañado de la cantante Jessy J a los que siguieron la boyband JLS, y el cantautor Ed Sheeran, que fueron los que protagonizaron la parte más "actual" de un concierto de perfil clásico y con poca unidad musical.
En tanto, Sir Cliff Richard, de 71 años y vestido de rosado y corbata de lentejuelas doradas, hizo una de las aportaciones más nostálgicas de la noche con canciones suyas de principios de los 60 como "Congratulations".
Grandes Valores del Pop
La realeza del pop femenino estuvo representada por la icónica Grace Jones, que brilló a sus 64 años con su canción "Slave To The Rhythm" y Annie Lennox, que apareció en el escenario con alas de ángel.Elton John, sentado al piano y vestido de lujo extravagante para la ocasión, interpretó algunos de sus grandes éxitos como "I'm Still Standing" y felicitó efusivamente a Isabel II. El estrambótico músico es un reconocido admirador de la monarca, y hasta ha declarado sentirse muchas veces como "la reina madre", en alusión a su grandiosidad.
El cantante norteamericano Stevie Wonder, uno de los pocos que no era británico, dedicó a la monarca "Isn´t she lovely?, un momento especialmente aplaudido, incluido por la Reina, que fue homenajeada por muchos de los artistas que pasaron por el escenario entre el entusiasmo del público.
Durante el concierto también hubo concesiones a la música clásica, quizás en honor a la soberana de 86 años, aunque en esos momentos no estaba presente, como cuando actuó el pianista chino Lang Lang.
Despedida Beatlesca
La actuación de Paul McCartney, que le dedicó el tema de los Beatles All my Loving a Isabel II, puso el broche final al homenaje musical para la única reina que han conocido la mayoría de los británicos.Tras finalizar las actuaciones, la soberana subió al escenario, en medio de una enorme ovación, acompañada de su hijo el príncipe Carlos, que la llamó "mami" y que quiso recordar a su padre, el duque de Edimburgo, algo que desató de nuevo los aplausos de los asistentes.
Como no podía ser de otra manera, todos los artistas que participaron en el espectáculo volvieron a salir al escenario para cantar junto a la soberana el Dios salve a la Reina (el himno patriótico, no la canción homónima de los Sex Pistols), lo que dio paso a unos espectaculares fuegos artificiales.
Después de todo ello, Isabel II prendió una llama de seis metros, la última de una cadena de fuego que se ha encendido en honor a su Jubileo de Diamante alrededor del mundo.
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